Entendemos que el packaging responsable, tal como hemos hablado en otras ocasiones, es aquél procedente de materiales de origen orgánico y que una vez terminada su utilidad, éste puede ser reciclado para volver a la naturaleza con el menor impacto posible para el medio ambiente.

Queremos hablar de  algunos de los nuevos materiales que se están utilizando en la fabricación de recipientes que se utilizan en la comida para llevar y uno de los más populares del que se habla últimamente es el bagazo. ¿Pero conocemos los pros y los contras de este material?

Primero, ¿Qué es el bagazo de caña de azúcar?

 

La fibra de caña de azúcar o bagazo es el desecho de la producción de caña de azúcar: este desecho fibroso es lo que queda después de que el jugo ha sido extraído de los tallos de caña de azúcar. 

El bagazo tiene un alto nivel de celulosa, aproximadamente el 50%, más que la madera. Parece como papel y suele ser de color blanco. Como es de rápido crecimiento es un buen material para utilizar en estos desechables y lo más importante, un material biodegradable y compostable

¿Y la fibra de trigo?

 

Principalmente es un subproducto derivado de la recolección del trigo. Cuando el trigo se siega, la paja de la cáscara del cereal se aprovecha para fabricar artículos de todo tipo a partir del tratamiento de los desechos. Esto da como resultado un material duro pero fácilmente moldeable que es perfecto para las carcasas de cualquier objeto. La fibra de trigo es un recurso respetuoso con nuestro ecosistema ya que reduce el consumo de los recursos naturales actuales.

 

Ventajas del bagazo de caña de azúcar y de fibra de trigo:

– Reciclaje de residuos: Utilizar bagazo o fibra de trigo permite aprovechar un subproducto de la industria, lo que reduce la cantidad de residuos y contribuye a una gestión más sostenible de los recursos.

– Bajo coste: La fibra de trigo y el bagazo suelen ser una materia prima económica, ya que son un subproducto de otros procesos industriales, como la producción de azúcar o siega de cereales.

– Renovable: La fibra de trigo y la caña de azúcar, principal fuente de bagazo, son plantas renovables que pueden ser cultivadas de forma sostenible, lo que hace que estos sean una opción renovable y respetuosa con el medio ambiente.

– Versatilidad: La fibra de trigo y el bagazo se pueden utilizar en una variedad elevada de aplicaciones, como la fabricación de papel, la producción de energía, la elaboración de materiales de construcción, así como la fabricación de envases alimentarios y vajilla de un sólo uso.

 

Contras de este tipo de producto:

– Almacenamiento y manejo: Las fibras vegetales( ya sean de bagazo o trigo) pueden requerir un manejo y almacenamiento adecuado debido a su volumen y tendencia a descomponerse si se expone a la humedad durante períodos prolongados.

– Contenido de humedad: El bagazo tiende a absorber humedad, lo que puede ser un problema en ciertas aplicaciones donde se requiere resistencia a la humedad, como por ejemplo comida con líquidos, o producto fresco.

– Emisiones y residuos: Algunos procesos de aprovechamiento de las fibras vegetales de trigo y bagazo pueden generar emisiones o residuos que necesitan ser gestionados adecuadamente para evitar impactos ambientales negativos.

– Calidad variable: La calidad de las fibras de trigo y bagazo pueden variar dependiendo de factores como la variedad de la caña de azúcar, el proceso de extracción del jugo y el almacenamiento, lo que puede afectar su idoneidad para ciertas aplicaciones, sobre todo si se trata de productos que tienen que estar en contacto con alimentos.

En resumen, las fibras vegetales de trigo y bagazo ofrecen beneficios significativos en términos de aprovechamiento de subproducto y reciclaje de residuos, bajo coste y versatilidad de producto nuevo resultante, pero también presenta desafíos relacionados con su manejo, contenido de humedad y calidad variable. 

Su uso eficaz requiere considerar estos aspectos y aplicar medidas adecuadas para mitigar sus posibles inconvenientes. Es decir, que no son productos válidos para todos los usos, y cuando hablamos de uso alimentario, tenemos que tener en cuenta el producto que tenemos que poner en contacto con el material de bagazo o fibra de trigo, así como la vida útil del producto. Por ejemplo, una bandeja de bagazo podría ser apta para fruta fresca o hortalizas, pero no recomendable para carne fresca…

Por encima de todo, lo más importante que tenemos que destacar es la seguridad alimentaria de los productos, por encima de las tendencias “eco” y “bio” que últimamente imperan en el sector.