¿El Packaging ecofriendly ha venido para quedarse?

A lo largo de los últimos meses ha habido una progresiva introducción de nuevo lenguaje referente al uso y consumo de envases y embalajes de un sólo uso, ya sea en el sector horeca, como en otros sectores como el logístico o el industrial.

Packaging sostenible, Packaging ecofriendly, Packaging responsable, Huella de carbono, Economía circular… son etiquetas que nos lanzan mediante distintos inputs, ya sean de etiquetaje, de composición de packaging o de publicidad corporativa diariamente.

Reducir la huella de carbono es el objetivo

Reducir la huella de carbono en el medio ambiente es el objetivo de partida. O sea que el objetivo es reducir las emisiones de CO2 procedentes de los procesos de reciclaje y descomposición de los envases y embalajes una vez usados.

La manera de reducir este impacto negativo para el medio ambiente es utilizar materiales que sean más fáciles de descomponer y que sean reciclables y vuelvan a la naturaleza mediante procesos naturales de biodegradación o compostaje, promoviendo la citada economía circular.

Hasta el momento, el material estrella del packaging alimentario e industrial era el plástico y sus polímeros derivados del petróleo. La degradación y descomposición en el medio ambiente de estos materiales es muy larga, costosa y con una huella de carbono muy elevada.

Legislaciones gubernamentales

Es por esta razón que durante los últimos años desde los gobiernos europeos y estatales han ido imponiendo legislación para obligar a reducir el consumo de estos materiales en el packaging y como contrapartida promover otros materiales más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, o sea más eco-friendly.

Sin ir más lejos desde el año pasado quedó prohibido el uso de cubiertos, vasos, cañitas de un solo uso de materiales derivados del plástico en el sector horeca, y desde enero del presente año las únicas bolsas de plástico que se pueden utilizar en comercio son las compostables (procedentes de materiales de origen orgánico) o las compuestas por como mínimo el 70% de plástico reciclado y con una galga mínima de 200 micras.

Tanto los utensilios de un solo uso como las bolsas han sido reconvertidos y a día de hoy se están fabricando con nuevos materiales sustitutivos del plástico como el Papel o Cartoncillo, el Bagazo (fibra de caña de azúcar), la fibra de Bambú, la Fibra de trigo, todos de procedencia orgánica y muy fácilmente reciclables mediante procesos de Biodegradación o Compostaje.

En consecuencia, podemos concluir que el packaging ecofriendly ha llegado para quedarse, quizás no con los materiales que ofrece el mercado a día de hoy. Estamos seguros que mediante el estudio y procesos de I+D+I llegarán nuevos materiales, más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente que irán sustituyendo los que utilizamos a día de hoy.

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